SEMINARIO TEOLÓGICO BAUTISTA DE VENEZUELA
¿QUÉ ES?
Es una institución educativa-religiosa para la formación teológica y ministerial, en
los diferentes niveles de la educación formal, de los que sirven en las iglesias locales y/o comunidades con interés religioso.
VISIÓN:
Levantar una generación de servidores que faciliten procesos de transformación de vidas, comunidades y realidades.
MISIÓN:
Formar integralmente, desde la reflexión bíblica, teológica y ministerial, a hombres y mujeres para que sirvan a Dios, a su pueblo, y a la sociedad en general para
contribuir con su bienestar y desarrollo pleno.

OBJETIVOS DEL STBV:
El STBV tiene entre sus objetivos:
- Diseñar, desarrollar y evaluar actividades académicas y administrativas, de acuerdo a su plan estratégico y a los lineamientos establecidos por la Convención Nacional Bautista de Venezuela.
- Cumplir con el ordenamiento legal para la aplicación de políticas correspondientes.
FUNCIONES DEL STBV:
- Diseñar, promocionar, desarrollar y evaluar el sistema de educación teológica de la CNBV y ejecutar el 3er y 4to nivel de educación presencial, a distancia y combinado.
- Ofrecer títulos académicos de 1er y 2do nivel.
VALORES INSTTITUCIONALES: El STBV es una comunidad: a) Basada en la fe en el Dios trino, como lo revela la Biblia b) Movida por el amor a Dios y al prójimo c) Que va en pos de la verdad d) Que promueve la integridad: Consistencia en el ser (pensar, decir, hacer, convivir) e) Que cultiva la justicia: La que viene de Dios, y que se tiene que expresar en las relaciones interpersonales equitativas y dignas, y la que se define y aplica entre los hombres. f) Que promueve el orden: Intención y decencia tendientes a la excelencia, la dignidad y la calidad en todos sus procesos. g) Que estimula el trabajo en cooperación entre todos los involucrados y relacionados con la institución. h) Que tiene el servicio como norma fundamental para imitar a Cristo y hacerles bien a todos en su nombre.
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DETERMINANTES FILOSÓFICOS
Creencias Metafísicas: La metafísica es la rama de la filosofía que estudia el origen y la naturaleza última de la realidad. En tal sentido:
- Creemos en la existencia del Dios trino, creador, sustentador, redentor y santificador de todas las cosas.
- Entendemos que la realidad, todo cuanto existe, tangible o intangible, se debe a Dios y encuentra en él su comienzo y su fin o razón de ser.
- Sostenemos que toda persona debe entrar en relación vital con él, bien para salvación, santificación o servicio en su reino. La comunión con Dios es clave para el desarrollo de un carácter y servicio dignos en este mundo. Se está en este mundo para traer gloria a su nombre, amarle a él con todo el ser y al prójimo como a uno mismo.
- El plan de Dios es el bienestar de toda su creación, incluido el medio ambiente. Todo llegó tener existencia por el poder y la voluntad de Dios. Por tanto, todo encuentra su propósito y significado en él.
Creencias Epistemológicas: La epistemología es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza, fuentes y validez del conocimiento. Trata con esta pregunta: ¿cómo saber que se sabe? En tal sentido:
- Creemos que Dios se ha dado a conocer de modo general y de modo particular. Así, nos ha dado a conocer su persona, su verdad y plan redentor.
- La revelación de Dios, en general, se expresa por medio de la naturaleza, la conciencia humana, la historia, la cultura, entre otras fuentes de conocimiento. La revelación particular o personal la tenemos en la palabra encarnada (Cristo) y en la palabra escrita (Biblia).
- Ambas revelaciones, son complementarias, no se excluyen mutuamente. Pero entendemos que la primera ha de ser examinada siempre a la luz de la segunda.
- Es parte de nuestra tarea reflexionar la verdad viva de la fe en Cristo, a la luz de la Biblia, pero en diálogo crítico con cualquier disciplina o fuente que nos permita conocer mejor a Dios y su palabra, al ser humano, sus necesidades, intereses y realidades, y al entorno o mundo en el que vive.
Creencias Axiológicas: La axiología es la rama de la filosofía que estudia los criterios para determinar lo que es correcto y lo que no. Las dos vertientes de la axiología son: la ética y la estética. La ética implica el estudio de los valores morales y la conducta. La estética, por su parte, explora los principios que gobiernan la creación y la apreciación de la belleza y el arte. En tal sentido:
- Creemos que el humano es un ser que tiene valor y que valora. El valor de la vida humana descansa en el hecho de haber sido creada a “imagen y semejanza” de Dios. Luego, el ser humano valor porque es un ser ético, que no solo aspira vivir en relaciones, sino que aspira vivir bien.
- Sabemos que la vida, individual y colectiva, descansa y es influida por sistemas de valores, conscientes e inconscientes. Tales construcciones afectan los procesos de valoración e interpretación de la conducta humana.
- Existen diversos sistemas de valores. Nuestras valoraciones de lo bueno y lo bello brotan de los principios de la palabra de Dios. Desde sus principios, dialogamos y trabajamos por una sociedad que respeta la vida (en todas sus manifestaciones), que promueve la bondad y la justicia, y que propenda al bienestar integral de todos, sin distingo.
- Enraizados en la revelación bíblica, trabajamos por la dignidad y el respeto a la vida, en todas sus manifestaciones.
- Inspirados, pues, por los valores de la palabra de Dios, propugnamos la belleza, el orden, la excelencia, la santidad, la integridad, la verdad, la justicia y la dignidad.
EJES TRANSVERSALES
Los ejes transversales atraviesan los aspectos académicos y administrativos de la institución. A continuación, se presentan los siguientes:
Fidelidad bíblica: la Biblia es la fuente primaria de nuestra reflexión teológica y acción ministerial. Por ser de naturaleza dual (divina y humana), la palabra de Dios amerita estudio diligente y una respuesta de fe y obediencia. Aunque existen brechas que separan los horizontes pasado (mundo bíblico) y presente (nuestro mundo), su carácter divino (inspiración) hace de la Biblia un libro siempre vigente. Sus verdades son eternas. No cambian, y son, por tanto, autoritativas para toda persona, época y cultura. Pero las situaciones, necesidades y contextos actuales de vida desafían a relecturas dinámicas y relevantes. En aras de su verdad eterna, no hay que sacrificar su pertinencia; y, en aras de su actualidad, no hay que comprometer su esencia y permanencia.
Rigor teológico: Pensar y actuar ordenadamente presupone la necesidad de metodologías. La teología, al igual que las otras disciplinas, requiere de método para su concepción (formulación o diseño) y práctica (expresión relevante y contextual). Vemos la teología tanto como un ejercicio formal así como informal. En lo formal, lo asumimos como un proceso serio y sistematizado de reflexión y compromiso cristiano. En tal sentido, no sólo alentamos al estudio de la teología, sino al “quehacer” teológico, es decir, a participar de un proceso que guía los continuos intentos o esfuerzos humanos por interpretar y formular la verdad viva y revelada del Dios trino, a la luz de las Sagradas Escrituras, y en diálogo crítico con la tradición, la experiencia cristiana y la cultura humana contemporánea.
Excelencia académica: La labor que realizamos es un ministerio cristiano, un servicio a otros en nombre del Dios trino. Pero, al mismo tiempo, cuidamos la formalidad de una institución educativa a nivel superior. En tal sentido, estamos comprometidos a dar lo mejor de nosotros para que cada proceso se realice con dignidad y calidad. Tomamos a Jesús como modelo de docencia. Creemos en el aprendizaje colaborativo. Apuntamos a procesos de formación integrales: capaces de proporcionar conocimiento relevante para la vida, formar carácter íntegro, cultivar comunión saludable con otros y con el ambiente, y desarrollar capacidades para el desempeño ministerial diligente.
Responsabilidad e Integridad: Nos comprometemos a responder por todo lo que somos, hacemos y decimos como institución. Procuramos que nuestra respuesta sea coherente con los valores éticos y morales que propugnamos. La integridad será un valor fundamental en todas nuestras decisiones y acciones, relaciones y procesos, programas y servicios.
Respeto por la dignidad e integralidad humana: El ser humano debe ser visto como una totalidad. Reconocemos en el humano ciertas condiciones o dimensiones que, en conjunto, son las que le hacen ser lo que es: siente, piensa, cree, hace y convive. La teología debe reconocer y respetar cada dimensión de la naturaleza humana.
Carácter dialogante e interdisciplinario: Alentamos la conversación con otras disciplinas. Apostamos por un acercamiento dialógico con nuestros estudiantes y por el uso de metodologías que inviten a la reflexión crítica en interacción con otras fuentes válidas del conocimiento y el estudio.
Relevancia contextual: Por los varios factores que lo componen, el contexto es una realidad dinámica que exige constante revisión de nuestros enfoques y propuestas. En tal sentido, nos interesamos por acercamientos y abordajes que se correspondan con las realidades locales, regionales y globales de nuestro mundo. Creemos que leer el contexto nos pone en contacto con los intereses y necesidades sentidas de las personas y colectivos. Para ser relevantes, nos interesa ser fieles al evangelio, sin por ello dejar de ser pertinentes a la realidad.
Utilidad ministerial: La educación teológica está para acompañar a las iglesias en el cumplimiento de su ministerio en el mundo. Más específicamente, queremos contribuir con la iglesia en capacitar a los santos para que cumplan su función en el mundo. Creemos que existen ministerios diversos, que hay posibilidad para todos los santos en el reino de Dios: los llamados a dedicarse por completo al ministerio de la palabra, los que ponen sus vocaciones profesionales el servicio de la misión y la sociedad, los que cuentan o no con estudios formales, tanto como los llamados eruditos, “científicos de la fe”. ¡Educación teológica para todos! Confiamos que nuestros programas contribuyan no sólo a que nuestros estudiantes cumplan sus ministerios en vinculación con el cuerpo de Cristo, sino que acompañen a otros a descubrir y asumir su lugar en el mundo con sentido de misión, piedad, crítica, humildad y excelencia.